viernes, 8 de noviembre de 2013

Las agujas del reloj.

Buscaba razones aunque no se bien donde, quería mi felicidad pero esta se esconde.
Mi vida resumida en diez o quince renglones, diez o quince renglones que nadie se molesta en leer.

'Tienes que aprender, tienes que crecer', se repite en mi cabeza una y otra vez, después de cada amanecer, después de cada herida mal curada y cicatrices mal cerradas, aprendí a sobrevivir, que no a vivir, que más hubiera querido yo que ser normal.
 

Ser normal, ese chaval que presentar a tu madre como tu novio formal, ¿y qué más?
Es lo que tiene soñar, que pasa factura, el que sueña no madura y aquí sigo con la soga al cuello por todo aquello que un día soñé y no afronté.


Que mi mundo va al revés, todo el mundo lo sabe, yo también.
Ya es hora de levantarme y hacerle frente a lo que venga, aunque nadie me entienda, pero no soy capaz, siempre le doy cinco minutos más a mi despertador.
Y así, día tras día, retraso mi hora de levantar y vivir.

domingo, 20 de octubre de 2013

Amor a ciegas.

A oscuras, solo sintiendo su respiración en el cuello, sobraba el resto.

Sin vernos, sin un resquicio de luz, solos, en silencio, usando solo el instinto para encontrar el amor. Amor a ciegas, amor a tientas, amor al tacto de su piel.

Palabras sinceras, cariño del más puro que me dieron en mi vida, lo único que me iluminaba era su mirada, cada vez más amor del que esperaba.

Me tatuaba sus besos en el cuello, marcándome de por vida, era como un vicio, la más fuerte de las drogas que probé jamas, sus labios.

El amanecer llegó mirándonos con envidia desde la ventana.

Nuestros pies se enredaban como nuestras lenguas, como nuestras vidas, entre las sábanas. Gemidos como banda sonora para el oído.

Amor a oscuras, amor enfermo, amor sincero.

domingo, 6 de octubre de 2013

Carta a mi mismo.

Esto no es una carta de suicidio (Quizás suicidio emocional).
Me faltaría el valor para correr hacia una ventana y saltar por ella.
Podría despedirme de todos, sí.
Decir que los quise, que lo siento. Siento no sentir a estas alturas, o algo así.

Que me siento a solas con mi conciencia, bueno a solas.. Con mi miedo, con ese miedo de entender. Entender que me pasó.
Sinceramente me echo de menos.

Hoy no soy yo. O quizás hoy sea más yo que nunca.
Puede que me haya convertido en esto.
En una de tantas personas que llevan tristes tanto tiempo que cuando les preguntan el motivo de su desgana por la vida probablemente ni lo recuerdan.

Puedo decir que echo más de menos su culo que a ella, cuestión de prioridades.
Sigo siendo el desconocido favorito de mi madre.
He visto ojos rotos.
En mi espejo.
He visto mi infierno.
En el 6 por el que empieza su número de teléfono.

Tengo ganas de acabar con todo, aunque si esto algún día deja de formar parte de mi lo echaría de menos y volvería a buscarlo.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Lo triste es más atractivo.

Me estoy curando, o eso creo entender. Estoy más cerca de ser 'una persona feliz' o eso dicen. Aunque más bien creo que no estoy cerca de ser feliz, sino que estoy cada vez más lejos de mi. Ya no intento curarme, estoy aprendiendo a vivir con la herida.

El mundo de los tristes tiene atractivo únicamente para las personas felices a las que no les falta un trozo de alma. Aunque he visto personas felices llorar, sí.
He visto felices queriendo entrar en la tristeza por el mero hecho de escribir algo que arranque una reacción, pero no se dan cuenta de que esas líneas no se escriben, se sangran. No se dan cuenta de que la tristeza conmueve desde fuera. Y si realmente leer algo triste por mínimo que sea te recuerda a ti te aseguro que no eres tan feliz como creías.

Yo era feliz, puedo decirlo, me levantaba sin pensar en cuantos días me quedarán así.
Sonreía. Y al principio tenía miedo, pensaba que alguien feliz no podía escribir esto.
Después me di cuenta de que me había convertido en alguien gris, triste.
Sangraba encima del papel y le pillé el gusto.
Dejé de luchar por salvarme.
Hice de lo triste lo mío. O la tristeza me convirtió en algo suyo, no recuerdo.
Los felices ignoran eso. Yo mismo lo ignoraba.

Ser feliz para mi no tenía mérito pero he recordado que la ignorancia es la felicidad.

miércoles, 24 de julio de 2013

Nuestro precipicio.

¿Son bonitas las vistas eh? Dije mientras contemplábamos juntos mi desastre, a los dos nos colgaban los pies de aquel bonito precipicio y no creas que nos importaba demasiado.
Corríamos el riesgo, ese riesgo que supone quererse, resultaba peligroso sí, lo sabíamos los dos pero el amor es ciego y no muy cuerdo que digamos.

Fuimos a darnos un paseo por lo que quedaba de mi, intentó unir trozos y arreglar rotos, pobre chica, andaba tras un imposible, yo lo veía, ella no quería verlo. Para cuando me di cuenta mis heridas estaban cerrándose. Se llevó los restos de mi corazón en el bolsillo.

Había tenido el valor de arreglar, de hacer que volviera a ser feliz, lo tenía todo para mí una vez más y claro que hay sitio para dos ahí, pero.. ¿Quién merece tales vistas? Sin duda, ella.

martes, 9 de julio de 2013

9293A, 116.

Y hasta el más triste un día cualquiera puede ser feliz, ¿el motivo? Difícil de explicar, muy fácil de sentir algo increíble al recordarlo. Incluso los médicos recomiendan algo de aventura en nuestras vidas, tú has conseguido darle eso a mi día a día. Eran las ganas de tenerte cerca contra todas y cada una de mis manías, pero va ser verdad eso que dicen que algunas veces lo mejor es dejarse llevar y disfrutar.

No soy como quieres, quiéreme si puedes, juegas con ventaja, te has hecho un hueco en mi cabeza, tú misma dices que ahí se concentra una bomba de relojería a punto de estallar.

No seré el que más veces te dirá 'te quiero', eso del amor siempre me ha quedado pendiente, pero puedo intentar que esa sonrisa de idiota no se te quite de la cara.

viernes, 28 de junio de 2013

365 días, 24 horas.

Días grises, rutina, ojos rojos,, dolor de cabeza y losas en la conciencia, paseos a ninguna parte, odio que no cesa, felicidad que no llega. Y así.
Cada 24 horas, un nuevo día, pero igual al anterior.
Folios y folios que terminaron en la basura, fotos que hicieron de mechero, recuerdos que hicieron de puñales, lo de siempre.
Que duele, pero sonrío.
Que sonrío, pero duele.
Sigo vivo, pero me siento muerto, y cuando me siento vivo me mato por dentro, es duro eh.
Sangre en las manos, en la nariz, sangre..
¿Que coño es vivir? Define vivir.
Yo me siento vivo cuando me resto días, cuando me resto horas de seguir aquí.
¿Conoces la sensación de mirar el reloj y ver las agujas retroceder?
La sensación de sentirte atrapado, encerrado en ti, encerrado en las mismas cuatro paredes, viendo las mismas caras, en los mismos sitios y matándote con la misma mierda cada día.
Sentirte en una cárcel aún siendo libre, sentir las rejas, no sentir nada.
¿Eso es vivir?

martes, 25 de junio de 2013

Ya me rompo yo.

Algún día entenderé porque escribo cuando me duele algo, lo veo ilógico.Yo y mis ganas de volver inmortal algo que me quema dentro, de hacer eterno el dolor que me destroza, nunca aprenderé, lo sé.
Quizás estás líneas no me lleven a ningún lado, quizás estos párrafos no llenen mi vacío, pero es lo que ha quedado después de todo este tiempo.
Hace no mucho, en una de esas noches de insomnio leí que cuando no puedes conciliar el sueño significa que estás despierto en el sueño de alguien, me asaltó la ínfima posibilidad de que todavía sueñes conmigo, de que todavía tenga un sitio en tu cabeza, aunque todo se esfumo hace tiempo.
Como no, después de eso empecé a hacerme trozos, escuchando canciones que no debería, escribiendo sentimientos que hoy llenan la papelera de mi habitación.
Mi cara mojada.
Mis ojos tristes, aún más tristes.
Mis pulmones tosiendo.
Mi corazón pidiendo socorro.
Tú en la cama con otro.

domingo, 9 de junio de 2013

Stand by me.

Ando buscando razones hasta debajo de las piedras, doblando cada esquina esperando el golpe de suerte que no me llega.
¿Suerte a qué juegas?
Esa es la pregunta que me hago al final de cada día mientras miro por la ventana otro día gris, otro día más. Salir de día y volver de día es costumbre, buscando algo que no conozco en un lugar que nunca vi.
¿Qué tengo ahora mismo?
Estoy en mi habitación con la única compañía de un ordenador, de fondo suena esa canción, ay.. Stand by me.
Pero.. Se puede decir que tengo amigos, también enemigos. La mitad del curso terminado, y un sueño que intentar conseguir.
Hice una lista con razones por las que vivir hace años, sigue en blanco. Intento llenar folios para quedarme vacío y que nada quede dentro.
Buscando en cada rincón para ver si la encuentro. No se si hablo de ella o de la suerte. Solo se que me arrepiento de dejar que un día se fuera.

domingo, 2 de junio de 2013

Entre ella y una bala.

¿Sabes de esa chica que siempre va a ser tu talón de Aquíles?
¿Sabes esa chica por la que te jugarías la vida si hiciera falta?
Esa que con un solo gesto te vuelca el pecho, esa con la que te gustaría soñar y despertar cada día en la misma cama, desayunar y tomar el postre entre sus piernas, esa.
Esa a la que le regalarías los oídos y el mundo si fuera necesario, esa
La que tiene las curvas en la que matarías por perder tus frenos, la que tiene los ojos que quieres para tus hijos, la que tiene la sonrisa por la que tú perderías cada uno de tus dientes, la que tiene ese lunar, ay.. ese lunar.
La misma a la que te llevarías contigo hasta para ir a por tabaco, esa.
Con la que compartirías hasta la droga, esa.
La que convierte en París tu Chernobyl particular.
La que tiene esos gemidos que quieres como banda sonora para el resto de tus noches, esa de la que te gustan hasta los enfados y los reproches, de la que te gusta hasta su gesto frunciendo el ceño.
Pierdes la polla por su coño. Lo sabes, yo lo sé y el problema es que ella también lo sabe.

domingo, 26 de mayo de 2013

Se fue. O quizás la eché, no sé.

Podría buscar las razones a estos días grises, a esa espiral en la que se convirtió mi vida desde que ella se fue. Nublado, turbio, como mi pasado, como el futuro que me espera sin una voz que calme mi rabia, día si día también buscando el Edén que dicen que existe. Eso que llaman 'felicidad'. Hace tiempo que deje de creer en ella. 'Todo llega' decían. Si, eso decían, otra mentira más.

Andando a tumbos por las calles que me aprendí de su mano, buscando en mis bolsillos las ganas y solo me queda el mechero y el papel. Es el peor vicio en el que pude caer. Entrando en callejones más negros que mi  iris, buscaba en ellos razones por las que seguir. Todavía sigo sin encontrarlas.

Mirando las luces de ciudades extrañas, dilatando mis pupilas con sustancias ajenas. Elegí de todas las opciones la menos buena, pero me hacía olvidar joder. Por unas horas no pensaba en la mierda de situación que me rodea.
Ella de la mano de otro, yo entre las piernas de otra. A veces ni eso, solo. Puedo jurar que un día nos quisimos como nadie, que llegué a creer. Pero se fue. O quizás la eché. No lo recuerdo.

Sentado esperando a mi suerte y vuelve a llegar tarde o puede que no vaya a llegar nunca. Esperando otros ojos, otras curvas. otro labio que morder, otras promesas que romper.
Una loca que me saque de esta, que se quede conmigo, que cuando tenga frío use mi piel de abrigo. Nada más.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Te echo de menos.

De las que no se olvidan fácilmente. Así era ella. Así sigue siendo. Porque ambos sabemos que por mucho que pase el tiempo, aquí el que no olvida soy yo. Y sigo sin entender por qué le escribo sabiendo que ni siquiera me lee. O puede que si. Supongo que es como si le estuviese diciendo todo lo que quiero decirle a la cara, aunque no sea así. Aunque en realidad sea un cobarde que no se atreve a decirle un puto 'te echo de menos' porque sabe que no obtendrá nada a cambio. Pero, ¿qué coño hacemos torturándonos cada noche por una persona que ya ni se acuerda de que existimos? ¿Eh? Ni yo mismo lo sé, y lo peor es que seguiré haciéndolo.

domingo, 19 de mayo de 2013

Primero en tenerla, primero en perderla.

Es difícil entender en la situación en la que me encuentro, posiblemente hasta a mi me cuesta explicarla, pero lo puedo intentar. Fui el primero en encontrar la felicidad, en conseguir lo que quería, pero también fui el primero en perderla. Y por casualidad o cosa del destino, no he vuelto a tenerla, y para terminar de joder la situación todo lo que me rodea crea una sensación de envidia bastante deprimente. Pónganse en mi situación por un momento, felicidad limitada lo llamaría yo, por el hecho de poder disfrutar de todas las cosas buenas de esta vida, pero limitada por no tener lo que quieres.
Si, no intentes entenderme, no lo vas a conseguir, en días así nadie lo hace. Lo difícil es no caer en la rutina, en vicios pasados y nada buenos, y lo más importante es volver a tener eso que tanto quería, la felicidad.

sábado, 18 de mayo de 2013

Ella contra la pared y yo contra ella.

Subimos las escaleras a trompicones. La llave no quería entrar en la cerradura. Joder. Ella contra la puerta; yo contra ella. Su camisa vaquera y ese sujetador negro que me dedicaba una sonrisa, una sonrisa que me tenía que comer. Y comencé a comérmela.

Su respiración era fuerte, como sus uñas clavándose en mi espalda. Sólo me dediqué a rajarle su camisa, quitarle el sujetador y dejarla en bragas. Me pegó un empujón y me quedé tirado en mi sofá. Se tocaba para mí y pronto vino a hacerle una visita a mi entrepierna. Yo le respondí a eso bañando mis labios en el caldito que soltaba su caramelito. Dios, cómo me estiraba del pelo. Intercambiamos saliva, lenguas y otras cosas. Me dijo: “chulo de mierda, déjame que te sienta bien dentro”. No me podía negar a eso, joder…

Sudores, mordiscos y arañazos por la espalda. Sus piernas eran como unos barrotes de azúcar en una cárcel. No quería escapar… Eran dulces, me gustaban y quería más, mucho más que muchísimo, y demasiado. Un orgasmo tras otro. En la cama, en el baño, en el balcón. No sé si eso era amor… Sé que era sexo. Me gustaba ese sexo.

Dieron las tres de la tarde y se acabaron los condones. No tenía dinero, ella se piró y se llevó mi tabaco. Me cago en la puta.

jueves, 16 de mayo de 2013

Yo también sé mentir.

De qué vale querer. Sufrir y ser olvidado. Recordar y pocas veces sonreír. De qué sirve. Si mañana tú no estás y yo sigo aquí. Si ayer te quise y hoy no sé quién eres. Si me cambiaste, me rompiste y ahora no me reconozco. De qué me valgo. Por qué loco. Por qué sin ti. Un vacío lleno que no sirve. Un sentimiento sin sentido.
Ardo por dentro. Sáname. Llámame loco, con tanta rabia sólo puedo estar en la cuerda floja, de estar cuerdo me olvido. Mi psicóloga me dijo que en unos años aprendería olvidar, qué va. Casi dieciocho y mi cabeza me repite cada fallo. Todos los días recordando mis errores con los puños destrozados. Sabiendo que nada se soluciona, pero no hay otra que tirar hacia delante. Mis sentimientos los lleva un forense. Llevan tiempo muertos porque la puta que les practicó el boca a boca estaba envenenada.
Vinieron diciendo ‘cuídala’, sin ver esta cara de desequilibrio, de solo saber cuidar a la botella. Princesas.. que no soy el mejor, pero podéis besarme igual. No me convertiré en príncipe azul, pero el verde os pierde y a mí me sobra.
La gota colmó el vaso pero me lo bebí de un trago y me calmó. El vicio a la bebida apareció cuando descubrí que esto no tenía solución y los días de lluvia necesitaba escribir.
Hoy también prometo que te olvidaré.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Lo de siempre, por favor.

19 días matándome y 500 noches en vela, hasta Sabina olvida mejor que yo.
Ver la luz por los huecos de la persiana, pensar que algo mejor me espera fuera pero...¿Quién querría a mi sombra?
Que no, que no soy yo ni de lejos. Que perdí mi camino cuando vi su espalda por última vez, que no hubo ni un 'adiós' como en las películas, supongo que es porque nunca supe actuar, aunque últimamente el papel de feliz lo bordo eh, todo sea dicho.
Disimulo perfectamente el asco que le tengo al mundo y fuerzo la sonrisa como si estuviera constantemente en una foto, de todo se aprende.Sigo pasando frío no creas, pero es interno solo lo noto yo, no te preocupes. Tengo ganas de tener ganas.
Tengo ganas de pasear los dedos por otro pelo, perder otra vez la noción del tiempo. Pero tengo miedo, no quiero joder una vida. Que no sea la mía, digo. Droga para dos, lo de siempre. Lo de siempre, como siempre, donde siempre. Pero nunca más.