viernes, 28 de junio de 2013

365 días, 24 horas.

Días grises, rutina, ojos rojos,, dolor de cabeza y losas en la conciencia, paseos a ninguna parte, odio que no cesa, felicidad que no llega. Y así.
Cada 24 horas, un nuevo día, pero igual al anterior.
Folios y folios que terminaron en la basura, fotos que hicieron de mechero, recuerdos que hicieron de puñales, lo de siempre.
Que duele, pero sonrío.
Que sonrío, pero duele.
Sigo vivo, pero me siento muerto, y cuando me siento vivo me mato por dentro, es duro eh.
Sangre en las manos, en la nariz, sangre..
¿Que coño es vivir? Define vivir.
Yo me siento vivo cuando me resto días, cuando me resto horas de seguir aquí.
¿Conoces la sensación de mirar el reloj y ver las agujas retroceder?
La sensación de sentirte atrapado, encerrado en ti, encerrado en las mismas cuatro paredes, viendo las mismas caras, en los mismos sitios y matándote con la misma mierda cada día.
Sentirte en una cárcel aún siendo libre, sentir las rejas, no sentir nada.
¿Eso es vivir?

martes, 25 de junio de 2013

Ya me rompo yo.

Algún día entenderé porque escribo cuando me duele algo, lo veo ilógico.Yo y mis ganas de volver inmortal algo que me quema dentro, de hacer eterno el dolor que me destroza, nunca aprenderé, lo sé.
Quizás estás líneas no me lleven a ningún lado, quizás estos párrafos no llenen mi vacío, pero es lo que ha quedado después de todo este tiempo.
Hace no mucho, en una de esas noches de insomnio leí que cuando no puedes conciliar el sueño significa que estás despierto en el sueño de alguien, me asaltó la ínfima posibilidad de que todavía sueñes conmigo, de que todavía tenga un sitio en tu cabeza, aunque todo se esfumo hace tiempo.
Como no, después de eso empecé a hacerme trozos, escuchando canciones que no debería, escribiendo sentimientos que hoy llenan la papelera de mi habitación.
Mi cara mojada.
Mis ojos tristes, aún más tristes.
Mis pulmones tosiendo.
Mi corazón pidiendo socorro.
Tú en la cama con otro.

domingo, 9 de junio de 2013

Stand by me.

Ando buscando razones hasta debajo de las piedras, doblando cada esquina esperando el golpe de suerte que no me llega.
¿Suerte a qué juegas?
Esa es la pregunta que me hago al final de cada día mientras miro por la ventana otro día gris, otro día más. Salir de día y volver de día es costumbre, buscando algo que no conozco en un lugar que nunca vi.
¿Qué tengo ahora mismo?
Estoy en mi habitación con la única compañía de un ordenador, de fondo suena esa canción, ay.. Stand by me.
Pero.. Se puede decir que tengo amigos, también enemigos. La mitad del curso terminado, y un sueño que intentar conseguir.
Hice una lista con razones por las que vivir hace años, sigue en blanco. Intento llenar folios para quedarme vacío y que nada quede dentro.
Buscando en cada rincón para ver si la encuentro. No se si hablo de ella o de la suerte. Solo se que me arrepiento de dejar que un día se fuera.

domingo, 2 de junio de 2013

Entre ella y una bala.

¿Sabes de esa chica que siempre va a ser tu talón de Aquíles?
¿Sabes esa chica por la que te jugarías la vida si hiciera falta?
Esa que con un solo gesto te vuelca el pecho, esa con la que te gustaría soñar y despertar cada día en la misma cama, desayunar y tomar el postre entre sus piernas, esa.
Esa a la que le regalarías los oídos y el mundo si fuera necesario, esa
La que tiene las curvas en la que matarías por perder tus frenos, la que tiene los ojos que quieres para tus hijos, la que tiene la sonrisa por la que tú perderías cada uno de tus dientes, la que tiene ese lunar, ay.. ese lunar.
La misma a la que te llevarías contigo hasta para ir a por tabaco, esa.
Con la que compartirías hasta la droga, esa.
La que convierte en París tu Chernobyl particular.
La que tiene esos gemidos que quieres como banda sonora para el resto de tus noches, esa de la que te gustan hasta los enfados y los reproches, de la que te gusta hasta su gesto frunciendo el ceño.
Pierdes la polla por su coño. Lo sabes, yo lo sé y el problema es que ella también lo sabe.