A oscuras,
solo sintiendo su respiración en el cuello, sobraba el resto.
Sin vernos,
sin un resquicio de luz, solos, en silencio, usando solo el instinto para
encontrar el amor. Amor a ciegas, amor a tientas, amor al tacto de su piel.
Palabras
sinceras, cariño del más puro que me dieron en mi vida, lo único que me
iluminaba era su mirada, cada vez más amor del que esperaba.
Me tatuaba
sus besos en el cuello, marcándome de por vida, era como un vicio, la más
fuerte de las drogas que probé jamas, sus labios.
El amanecer llegó
mirándonos con envidia desde la ventana.
Nuestros
pies se enredaban como nuestras lenguas, como nuestras vidas, entre las
sábanas. Gemidos como banda sonora para el oído.
Amor a oscuras,
amor enfermo, amor sincero.