domingo, 27 de septiembre de 2015

Una dosis de tí.

Cuando te conocí,
tu prospecto rezaba
'cura para todos los males'.

Y sin pensarlo
tomé las dosis indicadas de ti.

Pero claro,
la automedicación nunca fue buena
y yo jamás tuve receta.

Así que ahora sé,
(gracias a una arritmia permanente)
que debí leer también
tus defectos secundarios.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Ven y créete este poema.

Cómo voy a convencerte
de que la mejor ilusión
que he presenciado en toda mi vida
tiene que ver con verte dormir
y acariciarte, envidiando al mismo tiempo,
lo que puedas estar soñando.