domingo, 15 de noviembre de 2015

Punto y final.

Estoy en un punto muerto.
Estoy en el 'si, pero no' de esta vida
que llevo como cruz y no de cara.

Vivo con la sensación de estar solo, con gente,
de estar solo viviendo sensaciones de mierda.

Es jodido ver la cara de quien quieres,
y sentir que no viene para quedarse.
Aquí quien permanece, lo que tengo,
lo que siento, lo que me pudre por dentro,
son mis demonios; si alguien me quiere,
tendrá que compartirme con ellos,
pero a nadie le gustan los demonios.

Sobrevivo entre rachas efímeras de felicidad
y noches sin dormir.
Estoy empezando a pensar que esto de escribir,
de sentir, está llegando a su fin.

jueves, 8 de octubre de 2015

291 kilómetros y una ilusión perdida.

Ella, nueva en mi lista de problemas,
y mira que parecía una niña buena.
Apareció, como aparece todo lo bueno,
sin hacer ruido y calando hasta los huesos.

De la noche a la mañana,
no existía ni la distancia.
Llenó de ilusión cada una de mis grietas,
y sus promesas cada vez eran más completas.

El problema es que la gente no sabe querer,
prometer, ni permanecer.
Con ilusión te suben al cielo,
para después, sin pensarlo, dejarte caer.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Una dosis de tí.

Cuando te conocí,
tu prospecto rezaba
'cura para todos los males'.

Y sin pensarlo
tomé las dosis indicadas de ti.

Pero claro,
la automedicación nunca fue buena
y yo jamás tuve receta.

Así que ahora sé,
(gracias a una arritmia permanente)
que debí leer también
tus defectos secundarios.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Ven y créete este poema.

Cómo voy a convencerte
de que la mejor ilusión
que he presenciado en toda mi vida
tiene que ver con verte dormir
y acariciarte, envidiando al mismo tiempo,
lo que puedas estar soñando.

martes, 18 de agosto de 2015

Tiene nombre, pero yo la llamo ilusión.

Esta noche,
no me importaría
acostarme contigo.

Me acurrucaría
en un montón
de sueños inestables
y te confesaría al oído
que eres el mejor
polvo que he echado.

Debería confesarte
-antes de cualquier guiño-,
que el listón está alto
y que muchos méritos
tendrías que hacer
para hacerte llamar
importante.

Pero el deseo
está caprichoso.
Me sube hasta el cerebro
como un hormigueo.

Nos imagino
entre las sábanas
de tu habitación,
y deseo tu lengua
por todo mi cuerpo.

Tus bonitas palabras,
me han confirmado
lo que ya sospechaba,
que me gustas;
voy a seguir ocultando
mis nervios
cuando me hablas.

Hoy, lo mandaría todo
a la mierda,
y rodearía
toda nuestra atracción
de música.

Joder,
yo quiero
que esta noche
te hagas diana,
para así apuntar
directamente,
a ti.

martes, 11 de agosto de 2015

De sensaciones se vive, y se muere..

Llamadme loco, pero no la echo de menos.
A ella no, pero la sensaciones que me hacía vivir, si.

Sentirte único, que el resto de personas solo son eso, el resto, ¡que sensación!

Los lunes son menos lunes si alguien te quiere, el fin de semana llega con más ganas si vas a acabar la noche en su cama.

Vuelvo a tener ganas, cansado de pasar las noches bajando unas bragas que no sabes si volverás a ver mañana, esas ganas de encontrar a la chica que le guste el sexo por las mañanas y no quiera irse al llegar la madrugada.

Llamadme loco, pero qué ganas.


lunes, 27 de julio de 2015

Hemorragia.

Dejé caer los párpados incapaz de sostener la mirada al mundo.
Me rendí,
me mostré cobarde,
y humano.
Me abrí en canal frente a la vida y le permití conocer mis miedos.
Lo tenía todo y un golpe del destino me derribó y me arrebató la suerte.
Me creí más fuerte y solo era cordero con disfraz de fiera.
Caí, rompí el suelo con mi dolor,
el silencio me invade,
ya no hay luz que me guíe.
Me abrí en canal y no dejo de sangrar.

lunes, 22 de junio de 2015

Tu recuerdo.

El recuerdo de una piel puede llegar a doler más que una quemadura. 
Tu recuerdo, claro. De eso estoy hablando. De eso hablamos siempre tu ausencia y yo. 
Tú estás hecha a prueba de fuego y nada te rompe el corazón, ya lo sé. Ojalá, de verdad, ojalá pudiese yo también ser así.
Me he sentado a esperar que pase el tiempo y que mis sentimientos más profundos me abandonen.
Que vuelvas.
Que vuelvas y me abandones otra vez.
Abriendo de nuevo la herida a la que tus recuerdos echan sal.
Mira, mírame otra vez.
¿Ves los recuerdos?
Los recuerdos son heridas que supuran lo suficiente como para que,
de forma irremediable,
huelan a ti.

jueves, 16 de abril de 2015

Ella, una jodida arma.

Tenía la rebeldía de un lazo de papel bailando en un ventilador
y la misma fragilidad.
Una boca trazada a ciegas de color violáceo acabada en pico
por la que cualquier paralítico emocional se hubiese vuelto alpinista.

Hubiese jurado que sería capaz de detonar una ciudad tan solo con chascar los dedos
y es que sin haberla visto puedo decirte que se
que cada vez que levanta la mano para parar un taxi
corta el tráfico.

No importaba la estación del año porque yo siempre pensaba en Atocha
y se que algunos días las noches son más largas
como se que a veces tiene que llover cuando decide quedarse en casa a acariciarse,
cierra la boca para que no entremos las moscas y nos manda a todos a la mierda.

Se tapaba la boca al reírse,
yo nunca le dije que vi abrirse una grieta en la pared tras su nuca
mientras ella soltaba una carcajada.
Y fue entonces cuando supe que si las paredes hablaran le sonreirían antes de pedirle matrimonio.

Bueno, tal vez esto lo supe,
cuando la vi desnuda apoyada de espaldas en una
y aparecieron manchas rojizas en la habitación
como si se estuviese sonrojando o poniéndose cachonda.

Si os la cruzáis rompiendo las aceras
con esa cara de libertad que desea ser pájaro a salvo
con ese ansia de ser amada como ella se ha amado
con esos pantalones ajustados que arranqué con mis propias manos,
paradla, va armada.

Esos dientes son putas balas.
O sonríe o dispara.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Quédate con quien sabe lo que tiene cuando te tiene.

A veces me ciega la absurda rutina
de verte en espejos donde ya no estás.
Te pienso sin nombre surcando mis ruinas
clavando tus dudas sobre mi verdad.

Y en todo este juego de sabernos necios
buscando en el cielo algo que mirar,
duelen más los sueños que se vuelven viejos
de tanto maltrato, de tanto esperar.

A veces no notas que mi voz cansada
se aguanta las lágrimas de tu falsedad,
de ese cruel silencio que muerde tus labios
pero a tu mirada no sabe callar.

Desde que partimos de aquel paraíso
soñando un futuro que nunca alcanzo,
me piso las huellas buscando como regresar
a aquello que fuimos, antes del adiós.

Pero el tiempo pasa borrando caminos,
haciendo distancias sin subir la voz.
Y no me resigno a rendirme al olvido.

A saberme uno,
donde fuimos dos.